Desde que el cine es cine, los efectos especiales han acompañado a las películas y han pasado de ser artesanales a los más modernos realizados por ordenador. Si hay una saga donde se puede observar la evolución de los FX, ésa es la de Star Wars.
Marionetas movidas por hilos, maquetas, fondos realizados por ordenador, personajes realizados completamente por computadoras, cámaras creadas específicamente para grabar determinadas escenas, personajes animados por la técnica de la captura de movimiento. La saga de Star Wars es un compendio de la evolución histórica de los efectos especiales, algo que no debe extrañar estando detrás George Lucas y, ahora, Disney.
Cuando George Lucas empezó a darle vueltas a la idea de realizar una película de aventuras ambientadas en el espacio allá por los primeros años de la década de los 70, enseguida se dio cuenta de que sólo un salto tecnológico en la realización de los efectos especiales podría permitirle cumplir su sueño. Que, por otra parte, rápidamente se fue haciendo más complejo. De película pasaría a trilogía y luego a saga. Había nacido Star Wars.
Por ese motivo, la primera piedra en el proyecto Star Wars fue la creación de la empresa Industrial Light & Magic (ILM) en mayo de 1975. Una compañía dedicada a la creación de novedosos efectos visuales y gráficos generados por ordenador. Para la primera película, conocida como ‘La guerra de las galaxias’ y más tarde como ‘Star Wars Episodio IV: Una nueva esperanza’ (1977), llegó la primera gran innovación :Dykstraflex.
Una cámara para conseguir los mejores combates de naves.
En su imaginación, George Lucas veía unos enfrentamientos espectaculares de naves espaciales similares a los protagonizados por los cazas en la II Guerra Mundial. Él quería emoción y acción en el espacio, y para ello fichó a John Dykstra, asistente de Douglas Trumbull, que se hiciera famoso por los efectos de ‘2001: Odisea en el espacio’, un film que representaba lo opuesto que buscaba Lucas.
Para conseguir unos duelos en el espacio realistas, Dykstra, supervisor de los efectos especiales, creó una cámara con control de movimiento que recibió el nombre de Dykstraflex. ¿En qué consistía esta innovación tecnológica? Esta cámara controlada por un ordenador se apoyaba en una grúa y se movía en siete ejes distintos.
Podía realizar y repetir movimientos de cámara precisos en esos siete ejes, uniendo múltiples elementos en una sola toma dinámica prescindiendo de la cámara fija. Ésta era la única que se podía usar hasta entonces cuando se grababan maquetas. Sin embargo, costó tanto tiempo y dinero crear la Dykstraflex que al final Lucas tuvo que eliminar otras escenas cargadas de FX. Luego lo arreglaría (para otros, lo fastidiaría) en ediciones posteriores de la obra.
Esa primera película de ‘La Guerra de las Galaxias’ combinó modernos efectos especiales de la época con lo tradicional, las miniaturas que se movían manualmente. La animación que bordaban especialistas como Ray Harryhausen. En el largometraje de Lucas había maquetas a tamaño real como una de parte del Halcón Milenario cuyo movimiento simulaban varios operarios ‘agitándola’.
También hubo sitio para maquetas en miniatura o para las máscaras que llevaban algunos personajes como muchos de los que salían en la cantina de Mos Eisley. El resultado final fue un film que causó sensación y cambió la forma de hacer el cine de ciencia ficción. Un largometraje con 365 tomas de efectos especiales, un récord de la época.
Yoda, de muñeco entrañable a criatura digital.
Para analizar la evolución de los efectos especiales en Star Wars y en la propia historia del cine no hay mejor personaje que el de Yoda, Maestro Jedi que aparece en cinco de las seis primeras películas de la saga Star Wars, todas menos el Episodio IV. Su primera aparición fue en ‘Star Wars Episodio V: El Imperio contraataca’ (1980). Fue también la más primitiva en cuanto a los efectos.
En ese film, Yoda es una marioneta movida por hilos creada por el genio Stuart Freeborn y manipulada por el no menos genial Frank Oz, que ya tenía experiencia moviendo muñecos con hilos en ‘Los Teleñecos’. Por cierto, Oz puso voz al venerable maestro Jedi en todas las películas. El reto de Yoda era importantísimo para dar verosimilitud a la película y por eso Lucas recurrió a los mejores profesionales.
Los escenarios de Dagobah estaban emplazados metro y medio por encima del plató para que Oz, oculto, pudiera manejar al pequeño Yoda, que no tiene grandes movimientos en esa película ni en la siguiente, ‘Star Wars Episodio VI: El retorno del Jedi’. Nada que ver con lo que se vio en la siguiente trilogía que actuaba como precuela de ésta. El caso de Yoda fue similar al de otros personajes como Jabba el Hutt, también una marioneta gigante.
Volviendo a Yoda, en ‘Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma’(1999) pasó a ser un personaje completamente creado por ordenador, igual que otros muchos como Jar Jar Binks. Los cambios en su aspecto físico son notables porque el personaje es un poco más joven y no lleva 20 años exiliado en un planeta pantanoso que no parece beneficioso para su salud. Pero los cambios más importantes de Yoda fueron a nivel de movimientos.
De ser un personaje muy parado pasó a ser un personaje más activo, aunque el salto, nunca mejor dicho, lo dio en ‘Star Wars Episodio II: El ataque de los Clones’. En su duelo contra el conde Dooku, su antiguo Padawan, descubrimos a un Maestro Yoda capaz de moverse muy rápido y dar saltos increíbles mientras blandía su sable láser. Algo que molestó a muchos fans y a otros muchos gustó. Una tónica con la nueva trilogía.
De los decorados y maquetas al ordenador para todo.
Las maquetas y los decorados han sido parte esencial del cine. ¿Quién no recuerda grandes decorados de películas como ‘Ben-Hur’? El circo de Jerusalén costó más de un millón de dólares, dio trabajo a miles de operarios durante más de un año y ocupaba 7,3 hectáreas. Fue el decorado más grande de cine hasta entonces.
La saga Star Wars no llega a tanto, pero también tiene algún escenario imponente. Para ‘El Imperio contraataca’ se creó un Halcón Milenario a escala real. El decorado pesaba 23 toneladas, tenía casi 5 metros de altura y medía 20 metros de diámetro. Otros aún se conservan como los escenarios de Tatooine, en Túnez.
En los Episodios I, II y III el ordenador se utilizó para realizar la mayor parte de los decorados, y cuando éstos tenían una base física, como la Plaza de España de Sevilla que simula ser un edificio del planeta Naboo en ‘El ataque de los clones’, luego las imágenes eran retocadas digitalmente. Lo mismo pasó con las maquetas como la ciudad escavada en la roca en el planeta Utapau.
Tal es la cantidad de efectos especiales por ordenador que ‘Star Wars Episodio III: la venganza de los Sith’ tiene 2.200 tomas con efectos especiales por las 365 del Episodio IV, la primera película que se rodó. Es más, en ‘La venganza de los Sith’, todos los planos del film fueron retocados digitalmente, con independencia de que hubiera combates de naves o escenas de diálogo. Ordenador para todo. El cine del siglo XXI.
Innovaciones técnicas ligadas a Star Wars.
La Dykstraflex no fue la única creación tecnológica promovida por la saga Star Wars. Para animar a las criaturas en la primera trilogía rodada, ILM mejoró la técnica del ‘stop-motion‘, la habitual para realizar los efectos de su época.
Nació así el ‘Go motion‘, donde se seguían utilizando los modelos usados en la animación tradicional, pero a los que se motorizaba las articulaciones para que realizaran los movimientos en el tiempo en el que la cámara rodaba un fotograma de la película. Más tarde, los contornos eran difuminados para dar sensación de velocidad.
La técnica empleada para los vehículos siguió siendo la del ‘stop motion’, con el movimiento de los vehículos realizado de forma manual fotograma a fotograma. Sirven como ejemplo los AT-AT en su ataque en el planeta nevado Hoth. Cada movimiento de una pata implicaba muchos movimientos manuales fotograma a fotograma porque un segundo de grabación comprende 24 fotogramas. Un trabajo arduo pero que da magníficos resultados.
Para ‘El retorno del Jedi’, Lucasfilm creó el sistema de control de calidad THX para verificar que la banda sonora de la película la podría escuchar los espectadores con la misma calidad con la que fue grabada originalmente.
Disney tira la casa por la ventana.
Tras comprar Lucasfilm y los derechos de las películas a Lucas por 3.125 millones de euros, Disney se ha puesto manos a la obra para relanzar la saga Star Wars. Y va a poner toda la carne en el asador para crear las obras más espectaculares posibles. Ojo, que esto no quiere decir que ‘Star Wars Episodio VII: el despertar de la Fuerza’ vaya a ser una sucesión de efectos especiales realizados por ordenador.
Por supuesto que tendrá el mejor CGI posible en la actualidad, pero el director J. J. Abrams ya ha dicho que quiere volver al espíritu de la trilogía clásica y por ello ha creado todos los decorados necesarios y también muchas maquetas. El maquillaje para crear a las criaturas también volverá a tener su importancia.
Pero, como ya he dicho, ni Abrams ni Disney van a hacer ascos a las nuevas tecnologías para crear efectos. Por ejemplo, se sabe que la actriz Lupita Nyong’o va a dar vida al personaje llamado Maz Kanata, del que no se sabe apenas nada por el secretismo que rodea al film. ¿Qué tiene de especial? Que lo ha hecho por medio de la ya conocidísima técnica del ‘motion capture’ o captura del movimiento.
Es la misma técnica con la que Andy Serkis dio vida a Gollum en las trilogías de El Señor de los Anillos y El Hobbit. Como sabrás, se recubre la cara y el traje que lleva el actor de sensores para captar todos sus gestos y movimientos, que luego se trasladan a un personaje creado por ordenador.
Por cierto, y hablando del rey de Roma, Serkis también participa en el Episodio VII, y lo hace otra vez dando vida a un personaje mediante el ‘motion capture’. Para algo es el número 1 en la materia, que también dio vida al gran gorila en la película ‘King Kong’ de Peter Jackson, al capitán Haddock en ‘Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio’ y al chimpancé César en ‘El origen del planeta de los simios’ y ‘El amanecer del planeta de los simios’.
Habrá que esperar hasta el estreno de la película para comprobar lo que han hecho Abrams y Disney con esta saga. Desde luego, tras ver los tráileres parece claro que va a ser el film más espectacular en lo visual de todos. Ya sólo queda comprobar que la película ratifica eso. Que la Fuerza nos acompañe.
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